El mal estado de las rutas, agota

No hay excusas. Una ruta debe estar en condiciones porque por allí transitan miles de vehículos, porque son millones de personas que arriesgan su vida a cada instante. La mayoría de las rutas bonaerenses son extremadamente peligrosas, y a ello se suma el peligro que generan muchos conductores. Además, si se observa el crecimiento del parque automotor, el desarrollo que han tenido los vehículos, no se puede aceptar que las rutas no hayan sufrido modificaciones positivas. No sólo el estado del pavimento es deplorable, las banquinas también invitan al vuelco o al despiste.

La ruta 41 hacia Lobos no hace mucho era placentera. No circulaban tantos vehículos pesados y además estaba en óptimas condiciones. Hoy es un desastre. El gobierno provincial no tiene excusas. Lo que antes era un trámite sencillo, hoy es un riesgo constante.

Decir que dejen de gastar en tal cosa y lo hagan en las rutas quizás no sea lo correcto. Lo dejamos para gente experta en números. Pero dejar pasar el tiempo sin atender el estado de las rutas donde transitamos todos, es una falta de responsabilidad inaceptable.