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Palabras de una mamá, Sra. Sandra Angelani de Rakic, dedicadas a los docentes de la EP Nº 18.
“DIA DEL MAESTRO”
Hoy es el día del maestro, es un día de reconocimiento. Hoy quiero simplemente agradecerles por su dedicación y por su esfuerzo.
Porque le dan vida a las aulas, porque despiertan la magia, porque “enseñan”.
Sin maestros no hay educación y sin educación no hay libertad ni progreso.
Porque mientras enseñan escuchan, contienen, toleran las diferencias, miman, comparten, aconsejan, sueñan.
Maestra, cuántas veces cerraste tu carpeta de actividades para sanar un dolor, secaste una lágrima o sonreíste cómplice.
Cuántas veces trajiste en tu mochila algo que sabias que tu alumno necesita. Cuántas veces dejaste en la puerta tu dolor o tu preocupación para que tus alumnos no se dieran cuenta y cuántas otras veces dijiste la verdad para que comprendan tu pena.
Cuántas veces te sorprendiste, disfrutaste y pensaste, ¡lo logró!, ¡lo logré!, ¡lo logramos!
Hoy es un día en el que brotan cosas lindas (todos sabemos que nadie es perfecto). Nos olvidamos qué decir de vez en cuando “que bueno lo que hiciste”, es más fácil criticar y quejarnos.
Dejamos de mirar a los niños, demuestran cariño a su maestra, con la que comparten tantas horas.
Maestra, como todos los días hoy saliste de tu casa camino a la escuela no importa como:
Si desde Navarro muy temprano en las camionetas como: Rita, Laura, Flavia, Milagros, Paola, Mabel, Patricia, Érica.
Si en tu auto particular desde Navarro como Claudio, a veces con Miguel o desde Moll como Adriana y Laura.
Si en moto, a dedo, en bici como los profes de Educación Física.
Si las trae su marido amorosamente como Nieves o Raquel cuando llueve.
Si vienen caminando como Cynthia, Belén, ahora también Vanesa,la seño Claudia que a pesar de su paso cansado siempre llega y se va con una sonrisa.
La seño Mónica llega sigilosa y se va última feliz por un día más transcurrido en “su escuela”.
Lo que importa es lo que sentís al llegar, al entrar al salón, al mirar a tus alumnos; lo que importa es que cada día estés dispuesta maestra a dar lo mejor de vos, sabiendo que enseñas desde que llegas hasta que te vas y que lo que das quedará en tus alumnos y lo guiará hoy y siempre y te guardará en su corazón porque fuiste, porque sos “su maestra”.
