El fútbol en el Poli, no para
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De la Asociación Navarrense de Fútbol:
Un día antes de las elecciones presidenciales con una tarde muy fría y ventosa, Hospital y Sud se enfrentaban con la imperiosa necesidad de llevarse los tres puntos.
Esta necesidad hizo que ambas escuadras presentaran a sus mejores jugadores, por lo que el microclima del Polideportivo Jorge M. Diz comenzó a ganar en “temperatura futbolera” desde el mismo momento en que la planilla recibía el autógrafo de los player´s.
El partido comenzó con un nivel de juego entretenido y agradable a la vista de los presentes, donde se veía muy buena circulación del balón, juego asociado, triangulaciones y jugadas de valía individual que despertarían los celos de cualquier liga regional.
Los “Landa Boy´s” centraban su juego en la distribución de F. Chotro que tenía en Matías Vanegas y “Chicho” Zermaten los socios ideales ya que manejan el mismo idioma futbolístico.
El juvenil DT F. Barcala armó una red de juego muy ingeniosa que, si logra darle continuidad, les dará muchas alegrías. N. Bruno, J. Odriozola y C. Brescia oficiaban de contención para que “Peceto” García y Seba Gurruchaga iniciaran desde el talento las ofensivas de Hospital.
El reloj marcaba 17´cuando Vanegas aprovecha una desinteligencia entre los centrales y el arquero de Hospital para facturar sin mayores complicaciones y decretar el 1-0, la alegría del pueblo verde se hizo sentir en las proximidades del Poli. Lejos de acusar el golpe, los “sanitarios” no se alejaron del libreto del buen trato del balón y circulación con rotaciones, esto les permitió conseguir un tiro libre desde el sector izquierdo del ataque. “Peceto” ejecutó con maestría dándole dirección, potencia y rosca; pero no contaba con la excelente reacción del experimentado Correa, que se esforzó para enviar la pelota al tiro de esquina.
Pero si hay algo que caracteriza a Sud es la practicidad y la capacidad para prevalecer en situaciones adversas, a los 25´M. Vanegas le gana las espaldas a los volantes de Hospital y comienza a comandar el contragolpe, cuando la defensa se vio superada en números por los atacantes intentó una presión desesperada sobre el portador de la pelota quien inteligentemente cedió a A. Lettieri para que el “Llanero del Gol” vuelva al grito sagrado; como en las viejas épocas, se encontró mano a mano con el arquero rival y ensayó un toque suave y sutil enviando a descansar a la caprichosa al fondo del arco. 2-0.
La tarde seguía fría, ventosa y algunas lloviznas bendecían el buen fútbol que nos regalaban ambas escuadras; ahora la desinteligencia era del líbero y del arquero del verde, el “Puma” no escuchó a su portero y con un cabezazo vulneró su propio arco. La “temperatura futbolera” seguía en ascenso contradiciendo al termómetro del Servicio Meteorológico Nacional. 2-1.
Es sabido que en el fútbol el fenómeno contagio siempre está presente, así que “Chicho” Zermaten disparó un tiro libre directo muy cerca de su banco de suplentes, el “CLANK” del horizontal se escuchó en todo el estadio y seguidamente el “UUUHH” de las tribunas finalizó la clásica melodía del fútbol.
En los últimos minutos de la etapa inicial Hospital acorraló a Sud contra su propio arco en busca de la ansiada igualdad, la imagen final fue un cabezazo de Seba Gurruchaga que terminó en las manos de Correa.
La segunda mitad arrancó a puro vértigo , este ritmo se llevo puesto al “Puma” que vio la roja directa después de un foul sin pelota; lo cual fue una inyección de ánimo para los “sanitarios”; que el verde se quede sin su libero, capitán y referente era una situación para aprovechar. Inmediatamente, tras un desborde y posterior centro del “Vasco” Traboni Seba Gurruchaga vuelve a cabecear en soledad, esta vez su disparo se fue besando el caño derecho de un vencido Correa.
Hospital disponía de espacios, pero la necesidad de marcar era una mochila que generaba apuros en momentos claves y en la toma de algunas decisiones en la resolución individual. Sud tenía un jugador menos, pero contaba con el resultado a favor y el transcurrir en la agujas del reloj. Todos estos eran condimentos extras para seguir disfrutando del buen fútbol. “Peceto” García ahora gozaba de la compañía de “Luchy” Derbis, una sociedad inmejorable en la propuesta de talento, frescura y desparpajo; solo faltaba profundidad para completar la dosis perfecta del fútbol.
Landa, viejo zorro y con mil batallas, envió a “Chiky” Landaburu para volver a hacerse fuerte en el medio; el “profe” entró con la indicación de imponer su autoridad sobre estos “mocosos desobedientes” que manejaban la pelota sin ningún respeto por las leyes de la física. Federico Chotro se hizo patrón de la defensa y desde allí organizó a la escuadra verde para evitar que los talentosos desequilibraran en la zona de definición. Hospital seguía mostrando un fútbol de alto vuelo, pero la profundidad seguía sin aparecer.
Lo propuesta de cada equipo era muy clara, Sud con su inteligencia y mañas proponía lentificar las acciones. Hospital manejaba y tenía el control del balón, pero su dominio por momentos se excedía en movimientos laterales.
Con la experiencia y tranquilidad de Correa, más el liderazgo, practicidad y manejo de muchos de los conceptos del fútbol de Chotro, Sud defendió con uñas y dientes un triunfo que lo acerca a la zona de clasificación.
La derrota complica a Hospital, que no le deja margen de error. El 2-1 final fue muy festejado por el equipo de Sud. Los asistentes al Jorge M. Diz soportaron el frío pero se fueron extasiados de fútbol.