También quedó adentro EFIN, que hoy estaba libre. La derrota del único que podía alcanzarlos, Club Las Heras frente a Salgado, metió a los dos equipos de nuestro pueblo para jugar cuartos de final, aunque aún falta una fecha donde el Celeste ya queda libre.
El equipo de Fabián César cayó 2 a 0 frente al marrón de Las Heras, que es el puntero de la Zona 1. Jugó en el predio celeste, con un primer tiempo parejo, metiendo una gran presión al rival, quitándole todo el tiempo la pelota y generando al menos tres situaciones de gol, más dos tiros libres muy cerca del arco, todo malogrado.
Accotardo tuvo una clara chance al quedar frente al arquero de Dorrego mano a mano, pero Darío Navarro volvió a mostrar su nivel y le quitó el balón.
En los primeros 45 podemos destacar a jugadores como los hermanos Gurruchaga, Tato Santana, pero la figura fue Matías García, un crack de la defensa local.
En el complemento todo cambió. Dio la sensación que Dorrego no aguantó seguir presionando y no sólo aflojó la intensa marca sino que no pudo generar situaciones de gol.
Fabián intentó con tres delanteros en campo, ingresando a Narciso y Chaar, pero San Miguel dominó todos los sectores y llegó fácilmente al primer gol, en una buena definición de Francisco Mellino. Y no tardó mucho en aumentar en una buena jugada por izquierda que terminó en los pies del defensor navarrero que juega para Las Heras, definiendo como un número nueve y constatando que la ley del ex sigue vigente.
Dorrego perdió su primer partido. Llevaba siete invictos. Es una muy buena campaña, teniendo en cuenta las malas presentaciones de los últimos años. Además, clasificó como no lo hacía desde 2011. Por lo tanto, más allá que los dos últimos partidos dejó muchas dudas. Más allá de no poder formar nunca el mismo equipo, Club Dorrego festeja el sueño de aspirar a cruzar la barrera de cuartos y volver a jugar una semifinal, como en 2010.
Deberá corregir algunas cosas, especialmente lograr que el 11 inicial no varíe tanto y desde allí, generar oportunidades más claras para convertir en el arco adversario.
Todo es posible. Depende el compromiso de todos sus integrantes, del convencimiento del grupo y de saber que haciendo un gran esfuerzo en el fútbol, siempre hay chances.





