Cuando el frío duele, un vecino abre su mesa… Gracias de nuevo, José

Un plato caliente, un gesto que abraza

Hay personas que no esperan que nadie les pida nada. Que cuando ven la necesidad, actúan. Que no buscan cámaras ni aplausos, pero merecen ser reconocidas.

José Bernasconi, desde su querido almacén museo La Protegida, volvió a tender la mano. Como en pandemia, como tantas veces en silencio. En medio de este frío que duele, ofreció viandas calientes para que ningún abuelo, ningún chico, ningún vecino tenga necesidad de alimentarse en estas duras circunstancias sienta frío en soledad.

Lo hizo como siempre: con perfil bajo, con trabajo, con respeto, pensando en los demás. Porque hay gestos que no cambian el mundo, pero cambia la vida de alguien en un día difícil.

Gracias, José. Porque cuando hace falta, estás.

Navarro Noticias