Cómo manipular alimentos para evitar contaminaciones cruzadas
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El uso incorrecto de productos alimentarios puede causar trastornos a la salud del consumidor.
CHIVILCOY (Buenos Aires), 21 de noviembre de 2019 – El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), recuerda una serie de medidas indispensables de carácter preventivo que todo consumidor debe tener en cuenta a la hora de realizar sus compras en el supermercado o almacén de barrio, dado que los alimentos manipulados de forma indebida, pueden convertirse en transmisores de enfermedades para el ser humano.
Alimentos: antes y después
En el momento de hacer las compras es conveniente comenzar poniendo en el carrito o bolsas los productos no alimenticios y alimentos no perecederos y dejar para el final los productos congelados y refrigerados perecederos (como las carnes, quesos, leche o pescado). ¿Que logramos con esto? Que estén menos tiempo fuera de la heladera y, por lo tanto, minimizar la chance de alterar la cadena de frio.
Es importante que el consumidor vaya incorporando determinados hábitos, como separar los productos que se van a consumir cocidos de aquellos que se consumirán crudos; para evitar correr el riesgo de contraer enfermedades producidas por la contaminación cruzada.
Alimentos: congelados y refrigerados
A pesar de que puede leerse como una obviedad, es muy importante tener presente que los productos congelados deben estar completamente congelados, mientras que los productos refrigerados deben estar fríos. Es necesario verificar que los envases no estén rotos (ya que los líquidos o jugos derramados de las carnes pueden caer sobre otros productos) y que dicha carne no debe tener colores oscuros o negruzcos. Además es conveniente evitar que durante el traslado de los alimentos al hogar, estos permanezcan en lugares calientes, como por ejemplo, bajo los rayos del sol.
Alimentos: enlatados y rótulos
Todo producto enlatado (como el paté, el atún, las arvejas o el tomate) debe estar en buen estado de conservación para mantener su calidad. No deben tener abolladuras, estar oxidados o “inflados”, pues en esas condiciones tienen altas posibilidades de estar en mal estado.