Cicloviajeros: Camino a la montaña, enamorados del mar

Roberto Gómez
Por Roberto Gómez enero 28, 2021

Cicloviajeros: Camino a la montaña, enamorados del mar

(Por Alberto Arorrozarena)
Después de casi 45 días pedaleando, Fede y Rocío ya se sienten parte del camino.
Federico Martínez (herense) y Rocío Gallo (navarrera) salieron a la ruta el 10 de diciembre y en unos pocos días arribaron a Sierra de la Ventana, conocieron gente, subieron cuestas, empujaron la bici por caminos de arena, disfrutaron de las serranías bonaerenses y pusieron proa hacia el sur, con la brújula señalando a Bariloche.
Los cicloviajeros en Caleta de los Loros, una reserva natural única en el mundo
Pero la salida del territorio bonaerense les significó un cambio de planes.
Después de recibir el año en Pedro Luro, una muy bonita población a algo más de cien kilómetros de Bahía Blanca y próxima a Fortín Mercedes, donde nació Ceferino Namuncurá, siguieron pedaleando hacia el sur, ya dispuestos a ingresar a Río Negro por su capital, Viedma.
Apenas cruzaron el cauce de agua que divide la llanura pampeana de la Patagonia se encontraron con la primera de las muchas sorpresas que habrían de marcarles el camino.
Allí los recibieron Edgar y Mariela y no sólo los alojaron en su casa, sino que les hicieron cambiar el rumbo.
“Cuando llegamos -nos cuenta Federico – nos preguntaron si nos íbamos a quedar una semana o 10 días.
No, seguimos viaje mañana, le respondimos
De ninguna manera, no se pueden ir de Viedma sin conocer esta zona, nos desafiaron”.
Y ese “al otro día” se convirtió en tres noches, el ofrecimiento de la llave de la casa por si se arrepentían y decidían quedarse algunos días más en la capital soñada por Alfonsín y la propuesta de no seguir por la ruta 3, como tenían previsto, sino tomar por la “ruta del acantilado”, que es la Provincial 1, conociendo el Balneario El Cóndor y siguiendo camino por la costa del mar, a veces parando en un camping al que los invitó su propietario, a quien conocieron en la ruta, otras en casas de familia, pero una noche se dieron el gusto de acampar a 50 metros del mar, sobre los acantilados en Pozo Salado, donde se encuentra la reserva natural Caleta de los Loros, única en el mundo. “La sensación de estar ahí, a metros del océano, con la inmensidad de una noche en la que parecía haber más estrellas que nunca, es indescriptible”, nos dice Rocío sobre un recorrido que los llevó a alternar la ruta de pavimento con pesados caminos de ripio y un viento que hacía que en más de una oportunidad tuvieran que bajarse de las bicis y empujarlas hasta acampar en La Lobería o en Bahía Creek, y llegar a San Antonio Este en proximidades del Golfo del mismo nombre.
Los médanos son parte de la belleza del paisaje
“Era lo último que nos quedaba del camino de los acantilados y fuimos a preguntar en un camping para acampar ahí, pero nos pidieron mil pesos por noche y con un mínimo de tres, nos volvimos un kilómetro para atrás y armamos la carpa en la playa. Al otro día fuimos al puerto, lo recorrimos y seguimos viaje” contó Federico.
Salieron el 10 de diciembre y a mitad de esta semana tenían proyectado dejar la ruta 3, después de rodear la bahía y visitar San Antonio Oeste y pasar cerca de Las Grutas, pero nunca se sabe.
Rocío cuenta que el plan era esta misma semana tomar la ruta 23 hacia el oeste, ya poniendo el timón hacia San Carlos de Bariloche, pero no estaban seguro tampoco que pudiesen resistirse a conocer el hermoso balneario que describen como el mejor de la Patagonia. “De Viedma a la ruta 23 pensábamos tardar dos días y nos llevó casi dos semanas, así es que no sabemos que nos deparará la ruta”, aseguró la navarrera, ya recuperada de las primeras dolencias del viaje, merced a corregir la altura del sillín, algo tan simple, pero que puede significar un gran dolor de cabeza para los cicloviajeros.
Cuarenta días, veinticuatro noches de un viaje sin fecha de regreso
Nos sabemos cuándo, pero estamos cerca de empezar a cruzar la provincia por el circuito sur como llaman a la ruta 23 que los llevará por Valcheta, Los Menucos o Ingeniero Jacobacci. “Pensamos llegar a Bariloche para fin de mes, pero nunca se sabe” termina diciendo Pikín, el mentor de esta odisea que tiene como primer destino a la Capital de los Lagos del sur, aunque no terminará allí el periplo, ya que siempre salen nuevos proyectos cuando se sale a la ruta, sin fecha de regreso.
Roberto Gómez
Por Roberto Gómez enero 28, 2021

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