Carlos de Lamadrid: «Terminal… Así de triste como en la foto»
Por Roberto Gómez
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Una vez más vuelve a ser noticia…
Una vez mas van a la carga, y ésta vez se la quieren cargar…
Nunca fueron capaces de discutir, de sentarse a pensar, de intentar entender otras razones.
Y hace poco hablaban de sinceramientos y de diálogos constructivos…
Pero no…
Es mas fuerte que ellos, y quieren hacerla desaparecer…
No va a ser Terminal, porque ya así, sin consultarlo, la desecharon…
Pero no pueden arbitrariamente ceder este lote…y demoler un edificio en el que tanto se invirtió.
El único lote que queda dentro de los 4 boulevares, para realizar desarrollos y proyectos oficiales y gubernamentales…
Porque así deberían pensarlo.
No tienen idea de lo grave que es esto, porque no es cualquier lote, el que pretenden ceder.
Y lo hacen de manera callada, a las apuradas y hasta de manera escondida.
Presenta el Departamento Ejecutivo, fuera de hora, un proyecto de Ordenanza para ceder a un Fideicomiso, el terreno de la Terminal, para construir en él varios duplex…
Lo hacen callados porque no se animan y no quieren preguntarle a la gente que piensa sobre esto.
Lo hacen a las apuradas, porque saben que probablemente después de las próximas elecciones ya no puedan hacerlo.
Y lo hacen a las escondidas, precisamente porque no son sinceros.
De querer hacer las cosas como corresponde, nada de lo que hicieron les hubiera servido, porque si es tan importante para ellos deberían haberlo presentado en tiempo y forma…
Y sin embrago, lo hacen fuera de hora, para que directamente pase a Comisión y allí, sin escuchar ni dejar opinar a nadie, lo aprueban y empieza la demolición…
Muy triste estoy, no solo por ver como vecinos, a los que saludo todos los días, entregan porque se les ocurre, un terreno y un edificio que nunca quisieron y nunca les gustó…
Pero mas triste estoy, porque la persona que ideó esta maniobra, no lo hizo de frente a su pueblo…
Espero a irse, y desde afuera, les hizo hacer el trabajo sucio a los que se quedaron…
Verdaderamente muy triste!
Por Roberto Gómez
