Padre Domingo Soria Sosa: «Es verdad que ha habido alguna que otra tormenta en la parroquia…»
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La semana pasada se desató una polémica acerca de algunas decisiones que habría tomado el Padre Mingo con respecto a los jóvenes que integran el Coro Parroquial, al no permitirles aplaudir, tocar la pandereta o la guitarra en Misa. Ante esta situación, AMANECER dialogó con el Padre Mingo, quien se refirió a este tema dando las explicaciones correspondientes, como así también habló sobre los cambios que se avecinan. Semanario Amanecer publicó una entrevista que aquí reproducimos.
¿Qué fue lo que sucedió, a qué se debe esta decisión?
En realidad se ha tratado todo de un malentendido. Jamás he prohibido los diversos instrumentos en la Misa. Solamente he pedido que se cante sin gritar y que se utilicen los instrumentos con moderación y armonía, sin estridencias, como de hecho la mayoría de las veces se ha hecho.
El templo es el lugar propio del culto a Dios y por lo tanto un espacio sagrado, diferenciado de los demás espacios y actos profanos. Por lo tanto, todo lo que se haga dentro del templo, aún la forma de presentarse vestido, debe condecir con la sacralidad y la reverencia debida a Dios, contribuyendo a una expresión respetuosa del culto y a que los fieles puedan rezar sin sobresaltos.
Esto no quita la alegría en la alabanza al Señor, pero se trata de una alegría del corazón, que no es estruendosa ni caótica sino viva y armoniosa y cuyo fruto es la paz interior.
En la parroquia contamos con un magnífico coro de jóvenes que transmiten con su música y su canto, de modo alegre y profundo, el mensaje del Señor en la liturgia. Eso no debemos perderlo.
¿Ha tenido la oportunidad de reunirse con los jóvenes o con los mayores sobre este inconveniente, qué le plantearon?
Yo lamento que algunas expresiones de malestar hayan sido hecho públicas en lugar de haber venido a planteármelas personalmente. Esto ha provocado una seguidilla de contestaciones por parte de quienes estaban a favor y en contra sobre la figura y la autoridad del párroco, llegando incluso hasta la agresión y la descalificación. Puedo entender la «rebeldía» por parte de un joven, pero por parte de un adulto ya me alarma…
Gracias a Dios, le hemos puesto un freno a esta escalada y he podido dialogar con varios de los involucrados buscando caminos de entendimiento y comunión. Puedo afirmar que hay buena voluntad de las dos partes para trabajar nuevamente en comunión.
¿Cómo está la situación hoy?
Hoy por hoy, gracias a Dios, la situación está normalizada y próximamente, a mi regreso de las vacaciones, vamos a armar un encuentro con todos los jóvenes para dialogar y reflexionar juntos sobre el año pastoral que hemos comenzado y las actividades que a ellos les tocan.
¿Hay previstos nuevos cambios en la Parroquia?
Los cambios previstos para la parroquia entran dentro del marco normal de cambios y mejoras propios de toda parroquia al comienzo de un nuevo año pastoral. Tienen que ver, más que nada, con la reforma y mejora de las distintas estructuras y grupos parroquiales que permitan optimizar la participación de los fieles en la Iglesia. Nadie debe sentirse excluido, todos están llamados a participar de las distintas actividades y grupos de la parroquia.
¿Qué habría que mejorar o cambiar?
Las actitudes. Todos, comenzando por mí, estamos en un camino de conversión que nos lleva a revisar nuestra vida, nuestros actos y palabras, nuestros pensamientos y actitudes, a fin de mejorar y poder crecer en la comunión que el Señor espera para su Iglesia.
¿Algunos proyectos en vista para este año?
La catequesis – Visto la necesidad de adaptación a la realidad actual de la catequesis parroquial, hemos reducido de cuatro a tres años la catequesis de iniciación cristiana, o sea dos años para la Primera Comunión y un año para la Confirmación.
Junto con eso se han cambiado los textos de catequesis buscando hacer más hincapié en el contenido doctrinal de la fe y en un método pedagógico adecuado a la edad y comprensión de quienes la reciben.
Asimismo, hemos implementado una reunión formativa mensual para la totalidad de los catequistas, con asistencia obligatoria, a fin de actualizar los distintos temas que se van dando en catequesis durante el transcurso del año.
LA LITURJIA
En todo lo que tiene que ver con el culto al Señor, se ha buscado ordenar las diversas celebraciones litúrgicas dando una mayor participación a los fieles laicos. Para eso se ha conformado un Equipo Parroquial de Liturgia, que se reúne semanalmente, y cuyo objetivo es formarse en todo lo que tiene que ver con los contenidos y las leyes de la liturgia de la Iglesia, a la vez que preparar las Misas dominicales y demás actividades litúrgicas.
LA MISIÓN
Una de las encomiables cosas que hizo el padre Felipe fue dividir la ciudad de Navarro en sectores (unos 17) y poner una coordinadora a cargo de cada uno, a la vez que cada sector pudiera contar con una misionera por manzana.
En ese sentido, la idea es optimizar esta estructura para que permita agilizar y mejorar la comunicación entre los hogares y las familias de Navarro, en sus distintos barrios, y la sede parroquial.
Para eso mantendremos una reunión mensual con el grupo de coordinadoras de sector y algunos encuentros durante el año con la totalidad de las misioneras para proyectar las distintas actividades que la parroquia puede desarrollar en cada sector y en cada barrio: Misas, bendiciones, visitas a los hogares, etc.
Asimismo, los distintos grupos parroquiales tienen una impronta misionera puesto que todos, cada uno desde su propia estructura y carisma, trabajan por la extensión del Reino de Dios.
LA REFACCIÓN DEL TEMPLO
De a poco iremos reparando y reconstruyendo los distintos espacios y ambientes de nuestro templo parroquial. Contamos con un templo que es una joya histórica, artística y arquitectónica. Inaugurado y consagrado en 1870, se trata del templo más antiguo de la arquidiócesis.
Por de pronto, muy pronto se empezará a trabajar en el recambio y reinstalación integral del sistema eléctrico, de iluminación y de audio del templo, ya que con el correr de los años se ha venido deteriorando. Será una obra de cierta envergadura pero que habrá de redundar en la seguridad del edificio y de los fieles, al tiempo que en una considerable mejora técnica y estética.
El Consejo Pastoral Parroquial ha dado su pleno apoyo a este proyecto que sin duda después habrá de continuar en otras mejoras edilicias.
EL PROYECTO DEL ATENEO PARROQUIAL
Tras un tiempo de inactividad, se retomarán los trabajos en la canchita de fútbol de la parroquia que ya está en su fase final de conclusión. Junto a quienes ya estaban trabajando hemos convocado a gente nueva que también desea ver la canchita terminada y que ofrecen su tiempo y sus fuerzas para ayudar a concluirla.
Asimismo, luego de concluida la canchita empezaremos a trabajar en la otra parte del terreno parroquial, a fin de reconstruir la cancha de básquet y la realización de un playón para distintas actividades.
EL SOSTENIMIENTO DEL CULTO
La parroquia se sostiene pura y exclusivamente con el aporte de los fieles. Regularmente no recibe ayuda monetaria ni del Vaticano, ni del Obispado ni del Estado.
El Consejo Parroquial de Asuntos Económicos (recientemente renovado) tiene la misión de custodiar el patrimonio parroquial a la vez que generar recursos que permitan sostener la parroquia.
Todo lo que ingresa a la parroquia es administrado por el Consejo Económico y publicado en forma de balances a fin de que todos conozcan qué se hace con el dinero que se aporta.
Existe también una red de «socios parroquiales» para el sostenimiento del culto que por diversos motivos necesitaba mejorarse. Es así que a partir de marzo se llevará a cabo una campaña de sostenimiento del culto y se reordenará el sistema de contribuyentes voluntarios a fin de que quienes lo deseen puedan colaborar libremente con las actividades parroquiales, como de hecho lo han venido haciendo hasta ahora.
LAS ENCUESTAS PARROQUIALES
Tal como acaba de hacer el papa Francisco enviando una encuesta a todos los obispados y parroquias del mundo a fin de obtener un sondeo de opinión sobre diversos temas que hacen a la pastoral de la Iglesia Católica, a comienzos del año pasado hemos realizado una encuesta en todo Navarro buscando un sondeo de opinión sobre el estado actual de la parroquia y sus distintas actividades. La encuesta era de carácter libre, anónimo y secreto.
Sobrepasando las expectativas, han llegado más de cien respuestas con un panorama bastante amplio sobre la realidad parroquial. Incluso la agencia TELAM la ha reproducido a medios de comunicación de todo el país. Esto ha servido muchísimo a la hora de delinear el nuevo año pastoral, buscando un proyecto pastoral que sea integrador, amplio y participativo.
Los resultados de dichas encuestas se verán plasmados, por lo tanto, en el proyecto pastoral parroquial para este año.
REFLEXIÓN FINAL
Así como para un padre o una madre de familia no es fácil llevar adelante su hogar, así también para el párroco no es fácil llevar adelante la parroquia. En casa todos son diferentes y piensan distinto, y en la parroquia pasa lo mismo. ¡Y es bueno que así sea!
No es fácil ser el sucesor del padre Felipe, un sacerdote que ha estado 30 años al frente de la parroquia y ha marcado una impronta. Como tampoco le debe haber sido fácil a Felipe ser el sucesor del padre Pironio después de 26 años. Pero la parroquia va más allá de sus párrocos. Los curas pasan pero la parroquia permanece.
Yo ignoro cuánto tiempo estaré en Navarro, pero no serán 30 ni 20 ni 10 años sino muchos menos. Pero el tiempo que esté quiero realizar de corazón la misión que el Señor me ha encomendado. Yo no elegí venir a Navarro, Dios me envió a través del Obispo. Y aquí estoy, dispuesto a seguir aprendiendo y a seguir siempre para adelante.
Como pastor mi función no se limita sólo a celebrar la Misa y confesar, sino también -a semejanza de Cristo Buen Pastor- a enseñar y gobernar. Esa es la triple función del sacerdote: santificar, enseñar y gobernar. Por eso, en virtud del sacramento del Orden Sagrado y por el oficio pastoral que recibe, la autoridad del sacerdote no es la misma que la de los fieles.
A los ojos de Dios y como cristianos somos todos absolutamente iguales, desde el Papa hasta el último de los bautizados. Pero en cuanto a la autoridad y la responsabilidad que tenemos hay una distinción necesaria: el Papa Francisco tiene una autoridad distinta a la mía y yo tengo una autoridad distinta a la del resto de los fieles de Navarro. Nadie es imprescindible pero todos somos necesarios.
Está en mí el modo en que ejerzo esa autoridad, si de modo autoritario y despótico o escuchando la voz del pueblo de Dios y en una actitud de servicio a la Iglesia. Pero la autoridad es necesaria. Y eso en todos los ámbitos, en la nación, en la provincia, en el pueblo, en una empresa, en un comercio, en la Iglesia y en la parroquia, hasta en un partido de fútbol… sino todo sería una anarquía caótica y nociva.
La Iglesia no es una democracia donde todo se decide por consenso y mayoría, sino una estructura donde la autoridad legítima toma decisiones, siendo fiel a Jesucristo a la vez que escuchando, acompañando y guiando al pueblo de Dios. Tal como solía decir el recordado obispo de La Rioja, Mons. Enrique Angelelli, «con un oído al pueblo y otro al Evangelio»…
Ese es mi estilo, escuchar a todos, abrirles las puertas a todos, tener en cuenta la opinión de todos, pero debiendo tomar decisiones que muchas veces van a caer bien y otras no. De lo que estoy seguro y en paz es que en todo lo hecho hasta ahora he buscado siempre lo que creo es lo mejor para la parroquia.
Por supuesto que he cometido errores y me los han marcado y trato de aprender de ellos. Pero nunca miro para atrás. Siempre para adelante.
El padre Felipe ya no está pero ha dejado su huella, igual que el padre Pironio, el padre Martínez, el padre Galbán, etc…. Y así yo también me iré y dejaré mI huella y vendrá otro que tal vez sea muy distinto a mí pero seguro tendrá la misma fe que yo y el mismo amor a Jesús, a la Iglesia y a la parroquia que yo y que el resto.
Es verdad que ha habido alguna que otra «tormenta» en la parroquia, pero son tormentas normales de cualquier comunidad (lo mismo pasa en las familias, sino «el que esté sin pecado que tire la primera piedra») Las tormentas pasan y siempre sale el sol. Ocurre que las tormentas, aunque sean promovidas por una minoría, al ser publicadas en las redes sociales y en algunos medios de comunicación, parecen cobrar mayor intensidad (más en un pueblo como Navarro), pero no hay que darle mayor importancia de lo que en sí merece. Navegar en la tormenta requiere tener las manos bien firmes en el timón y una gran cuota de esperanza. Aún soy joven y tengo ambas cosas.
Hay quienes piensan que la parroquia se encuentra irremediablemente dividida, que ya no hay retorno, que la situación se nos ha ido de las manos… En fin, debo decir que la parroquia está bajo la segura conducción del párroco, plenamente avalado por el Sr. Arzobispo, con un gran equipo de colaboradores que trabajan denodada y desinteresadamente, que hay mucha gente que se ha acercado a la Iglesia, que hay muchas puertas que se han abierto y que hay un promisorio proyecto pastoral para que todos puedan trabajar en comunión. Existen diferencias de criterio, es verdad, pero con diálogo y buena voluntad, y poniendo siempre en el centro a Jesús, podemos avanzar y estar tranquilos.
En fin, ahora que las aguas se han calmado, volvamos a empezar. Ni el pastor puede estar sin las ovejas ni las ovejas pueden estar sin el pastor. Y ninguno podemos estar sin Jesucristo.
Volvamos a empezar bajo la guía y la mirada de Aquel que «hace nuevas todas las cosas».
Padre Mingo