Escribe Mónica Lafitte, despidiendo a su madre
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A SUS 101 AÑOS, LLEGÓ EL DÍA DE SU PARTIDA.
Llegó el día de la partida de nuestra madre, abuela, bisabuela, amiga, vecina, Emma Dabós de Lafitte.
101 años, qué más le podíamos pedir… su fortaleza, su empeño y cuidado por estar bien, para “no ser una molestia”, su orgullo para auto valerse… finalmente todos nos tenemos que rendir ante la finitud.
Pero esto que quiero escribir va más allá de todo lo que tendría para decir de mi madre, lo hemos dicho y lo seguiremos diciendo entre la familia y amigos como un reconfortante modo de tenerla presente.
La intención en estas líneas es expresar lo que sentí en estos últimos días desde que internamos a mamá por la fragilidad de su cuerpito centenario. Mi vivencia de estar contenida por las instituciones de mi pueblo en momentos tan difíciles. Ser comunidad… algo que no se puede experimentar en una gran ciudad, algo que cuando se tiene quizá se naturaliza y no se valora.
Los vínculos que se construyen, historias entretejidas, anécdotas grandes o pequeñas, pero que dejan alguna huella, que reflejan pertenencia a ese lugar donde compartiste tu historia, que agranda el hogar: tu pueblo, tu comunidad.
Quiero agradecer especialmente por estas dos últimas semanas de mamá a todo el personal de nuestro Hospital Municipal, a los médicos, enfermeras y el personal de limpieza que cada uno en su tarea trataron tan dulcemente a mamá. A nuestro cura párroco, hijo de nuestro pueblo, que se acercó para brindarnos consuelo. Al personal de Copesna y del Cementerio Municipal respetuoso y servicial. A todos ellos muchas gracias por su atención y dedicación, representando a Instituciones que nos unen, que están a disposición de todos, que han sido creadas para servir desinteresadamente y cumplen su rol… sea quien fuere el que los necesita, a todos por igual.
En nombre de la familia de Emma Dabós de Lafitte, muchas gracias a todos y cada uno de los que nos acompañaron y ayudaron a transitar los últimos días de mamá, como así también a todos los que en su memoria quedará algún recuerdo de su pasar por esta vida, haciendo que en ese recuerdo nos siga acompañando hasta nuestro reencuentro.
Mónica Lafitte
