Daniel Traboni: «No pedimos un salvavidas, pedimos coherencia»
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Daniel «Pulga» Traboni, director de La Semana, el histórico periódico de los jueves, escribió una editorial haciendo referencia a la difícil situación que atraviesan los medios gráficos, especialmente los de pequeños pueblos.
Este colega, con aciertos y errores como cualquiera de nosotros, la viene remando desde hace muchos años, defendiendo no sólo un estilo de comunicar sino el trabajo de varios que de manera directa o indirecta dependen de su tirada.
Lo transcribimos textualmente.
Algo no se está haciendo bien, en materia económica. Cuando las dificultades comienzan a perjudicar a los trabajadores, a las pequeñas empresas, algo se está haciendo mal, algo no funciona, y es lo que nos está pasando a los medios del interior; pues esta semana, recibimos las «notificaciones» de un nuevo incremento (del 30%) en los insumos de gráfica, imprenta y papel prensa. Es obvio que estos aumento no los podemos trasladar a la gente, porque la gente también está padeciendo la falta de plata, de trabajo, de ingresos, por lo tanto, afecta seria y directamente a quienes intentamos trabajar y dar trabajo. Y no es «llorar» sobre lo que todos lloran, es sencillamente, una realidad que nos ata de manos.
Hace poco, decíamos en una nota que, la situación de los medios gráficos, diarios y periódicos, era muy difícil, y en estos días, las noticias de los aumentos de precios en los insumos, acrecientan la posibilidad de bajar los brazos, y entrar en una impotencia de pensar, como pocas veces: «¿¡y ahora qué hacemos!?»..
Hay incertidumbre porque está lastimando el trabajo genuino, la producción directa, no dependiente del estado. Ni siquiera pedimos un «salvavidas», pedimos coherencia, estabilidad, y que alguien se detenga a ver y considerar que esta situación, afecta seriamente, muy seriamente, el futuro inmediato de las fuentes laborales de la gráfica y el periodismo escrito. Es una pena y no depende de nosotros, pero los precios que nos arrojan en estos días, es «trabajar a pérdida», inclusive en medios pequeños, como La Semana, del que dependen ocho familias. Algo se está haciendo mal, y nadie aparece con una solución, ni siquiera, con una propuesta alternativa para no poner en riesgo fuentes laborales.