Diferencias en la Parroquia local: Carta de Azul Echenique
Artículos relacionados
Azul es una joven de una tradicional familia navarrense, perteneciente al grupo paroquial. Escribió una carta que claramente muestra su posición ante decisiones que se han tomado en la Parroquia, a cargo del Padre «Mingo» Soria Sosa. Dicha carta manifiesta el sentir de Azul, y aquí la publicamos textualmente.
Creo habértelo dicho: «ponete feliz, tenés jóvenes en tu parroquia que trabajan por y para Jesús, que tienen puesta la camiseta San Lorenzo Mártir, y que viven su adolescencia cantando canciones de misa». PERO SE VE QUE NO ALCANZA.
Tengo 22 años y algo he caminado.
Sé de jóvenes que sólo piensan en ellos mismos, que demandan a sus padres cosas, caprichos y placeres para satisfacer sus propios gustos, sin entender el valor del trabajo de sus progenitores y revistiéndose en ideologías materialistas. Sé de jóvenes que creyeron que el estudio no era para ellos y dejaron atrás uno de los más importantes derechos, la educación. Sé de jóvenes que piensan en salidas fáciles, donde la droga y el libertinaje suelen ser sus aliados. Sé de jóvenes que les tocó vivir un tango de vida, crecer y madurar de golpe, porque el baldazo de agua fría llegó cuando no era carnaval y hoy, ya no sonríen y se someten a trabajos de malas condiciones. Se de jóvenes tibios, esos que no tienen ni idea de dónde están parados, que no saben qué hacer con sus vidas, que no conocen de aspiraciones ni de sueños. Atrás de cada joven que conozco hay una historia, desgraciadamente, lejos de Jesús. Mi Fe no tiembla cuando digo que en algún momento de sus vidas, Cristo se hará presente y el cristal con el que miraban se volverá más translucido. Más que comprometida con mi oración para con ellos.
Pero ¿sabés por qué te escribo esto? Porque también CONOCEMOS (sí, vos y yo) jóvenes que creen en un mundo mejor, creen en Dios. Desde hace años soy testigo de jóvenes que anuncian la alegría del encuentro con Jesús. Sábados en las capillas, viernes de oración, adoraciones, meriendas, encuentros con los más necesitados, catequistas, misioneros, scouts, JOVENES QUE NO TIENEN MIEDO, QUE AMAN Y DEFIENDEN SU ALEGRÍA. Escucho cada domingo firmeza cuando rezan el Credo, porque creen realmente, y dan testimonio de eso. Qué orgullo me da!!!! Cuánta felicidad!!! Porque son los jóvenes de mi parroquia!!!!!
Vamos! Te invito a acompañarnos en esto. En que te pongas más que orgulloso de lo que tenés, que te dispongas a guiarnos, pero lejos de esa “mano firme”, lejos de esa tarima en la cual te paras.
Cortá con aquello que no deja crecer. Que si ¿aplaudir está mal en la misa? Y no sé. Que si ¿las guitarras no van más en misa? Y no sé. Que si ¿tiene que haber 25 velas en el altar? Y no sé. Que si ¿no me doy la mano cuando rezo el Padrenuestro? Y no sé. Sinceramente no sé cuáles son las reglas, porque NO ME INTERESAN. Porque como jóvenes católicos, vivimos con alegría nuestro encuentro semanal con Jesús. Porque trasciende mucho más ESE encuentro y NUESTRO encuentro que lo que vos nos digas. ¿Querés que vayamos de traje y corbata? Quedate tranquilo que vamos a ir vestidos así, y no por SUMISIÓN, lejos está esa palabra de los cristianos, si no porque es algo que NO TIENE IMPORTANCIA. Ojalá vos lo entiendas. Y ojalá que entiendas en qué cosas la estás pifiando.
CRISTO NO QUIERE NI ESCLAVOS, NI TÍTERES NI PAYASOS: QUIERE HIJOS DE UN MISMO PADRE; QUIERE HERMANOS.
Demás está decir que esta situación me rebalsó. Que lo publico para que sea público, porque si no después desaparecen dichos, comentarios y caemos en que yo no lo dije y bla bla bla. No sé si corresponde, pero confieso sentirme aliviada.
Y si, mi escrito es sumamente subjetivo, porque lo escribo con amor hacia los jóvenes y hacia mi parro, porque como dijo San Pablo: “Somos capaces de amar porque Él nos amó primero”, y qué más lindo cuando ese querer está fundamentado en Jesús.
Sin más para escribir, pero nunca menos por decir.
