Carlos de Lamadrid: Las malas decisiones, son aquellas que no benefician a nadie
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En política, como en todos los órdenes que rigen nuestras vidas, al transitarla, se deben tomar decisiones.
Esa tarea debe hacerse evaluando muchos y variados factores, que al ser tamizados en una primera instancia, determinarán prioridades.
Pero fundamentalmente en política, y considerando básicamente, las decisiones que debe tomar una gestión de gobierno, debe usarse únicamente esa escala, donde solo existen las buenas y las regulares decisiones, teniendo en cuenta a la cantidad de vecinos que con las mismas se ha de beneficiar.
Uno de antemano, debe descartar la posibilidad de considerar en la escala elegida, a las malas decisiones, ya que precisamente éstas son las que no benefician a nadie.
Entonces, cuando una gestión se aferra y defiende la toma de estas últimas, es decir, para llevar adelante su programa de gobierno, opta por las malas decisiones, comienza a perder el eje de su trayectoria, porque empieza a no darle respuestas a la gente.
Eso pasa con aquellas malas decisiones políticas, pues no benefician, a absolutamente nadie.
Ni siquiera a los propios en tomarla.
Ejemplos como éste, ya son varios los que tenemos en Navarro.
El primero, la caprichosa y pésima decisión de no poner en funcionamiento el edificio de la Terminal, por lo menos, y en palabras de la propia actual gestión, hasta tanto no se construya la nueva, ideal y definitiva Estación Terminal de Navarro.
Desde un primer momento, todas las acciones han sido equivocadas, y nos apoyamos para aseverar esto, en que todo lo que se nos ha dicho, o mejor dicho y valga la redundancia, al pueblo le han dicho, es falso.
Nos hablaron de alojar allí, a la sede de la Universidad Nacional del Oeste. En un primer momento, les creímos, y realmente esperamos la puesta en marcha de la adecuación del edificio, y eso nunca ocurrió.
Más tarde, y ampliando la apuesta, en la que pareciera que solo jugaran ellos, nos empezaron a decir a todos, que íbamos por la construcción de un Polo Educativo.
Por supuesto, y hablo en general, también intentamos creer, que eso pronto iría a suceder.
Y nada. Empapelaron el edificio, para negarlo, porque creo que para ellos lo mejor hubiera sido hacerlo desaparecer, con carteles de la Universidad, y como gran medida para decir presente le arrancaron el nombre de “Terminal”.
Pasaron ya, casi 3 años, y todavía siguen buscando, que poder meter ahí adentro, porque no encuentran qué, o directamente no saben.
Mientras tanto, de la Universidad que hasta hace poco, junto a otras muchas instituciones, funcionaba en la Benemérita Escuela Nº1, poco y nada se sabe.
Y la verdad que bueno sería saber algo. Por lo menos, ¿Cuál es el balance, de lo actuado hasta ahora?, o ¿por qué todavía no han podido dar una sola respuesta a la comunidad?
Mientras tanto, en este mix de gestión, de políticas sociales y educativas, dónde todas y cada una de las instituciones y organizaciones manejadas hoy por militantes, confesos y no tanto, nacionales, provinciales o locales, con títulos o sin ellos, donde se han mezclado y confundido, desde la ANSES, hasta nuestro Corralón Municipal, siguen siendo promotores de pésimas políticas de gobierno.
Pero aquí, conviene hacer un paréntesis, para que los muchachos puedan pensar, cuáles han de ser las respuestas, que no a mí, sino al pueblo deberían darle.
Y para esto, voy a comentar las siguientes cosas:
Pueden, si no son lo suficientemente inteligentes, decir que estuvimos y seguimos estando en contra de la Universidad, que nos opusimos, y nos seguimos oponiendo al Polo Educativo.
O pueden decirnos también, como lo hicieron hasta ahora, que nunca hicimos nada.
Que en los últimos 12 años, el Radicalismo no hizo nada…
Que Navarro existe, como la Argentina, a partir de la llegada de ellos.
Y no es cierto.
Lo que sí es cierto, que nosotros no tuvimos, ni la capacidad material, ni el volumen, de pedidos y solicitudes de convenios, por muchas y distintas razones.
Pero la gestión es otra cosa, no es solo el conseguirlas.
La gestión es además, administrarlas, llevarlas adelante, hacerlas bien, como corresponde, inspeccionarlas, evaluarlas, de ser necesario corregirlas, terminarlas, y por sobre todas las cosas mantenerlas.
Mantenerlas en el tiempo y aunque poco les guste, mantenerlas también en el espacio.
Pero para no dejarnos engañar, por lo que ellos de nosotros, o de mí, quieran decir, voy a plantear, y lo voy a hacer en primera persona, todas las cosas que pienso.
Si creo, en la necesidad, de construir un Polo Educativo.
Pensado y planificado para funcionar como tal, donde se puedan pautar etapas de crecimiento, y donde se puedan pensar proyecciones, que tengan en cuenta lo dinámico de estas construcciones, las verdaderas políticas educativas.
Por supuesto que hay que decirle que sí a una Universidad.
Pero una universidad, pensada para el crecimiento y el desarrollo.
Y no, como algo que era necesario mostrar a las apuradas para hacernos creer que nos ocupamos de nuestros estudiantes.
Estoy convencido que debemos también ocuparnos de las personas que en su momento no pudieron terminar sus estudios, y por eso afirmo también que sí a FinEs, pero en un edificio donde los alumnos puedan cursar los estudios como cualquier otro estudiante.
Y también, para que no queden dudas, también digo que sí, al Centro de Formación Profesional, porque podrán también allí, adquirir oficios y profesiones, los vecinos que no lo han podido hacer anteriormente.
Pero de ninguna manera compitiendo con nuestras escuelas, la Técnica y la Agrotécnica.
Y retomando el hilo de lo que quería expresar, antes de dejar muy bien aclarado lo que pienso y quiero, es necesario también comentar, porque considero que cuando las cosas se mezclan, de manera confusa, sin método ni orden, todo experimento sale mal.
Hablaba yo antes de esa necesidad de mantener las cosas no solo en el tiempo, sino también en el espacio.
Otra desacertada decisión, por intentar considerarla de alguna manera, fue la de hacer el Centro de Estudios Históricos y Museo Bibliográfico Coronel Manuel Dorrego, ampliando el Templete que se construyera en el Parque que lleva su nombre.
En ese momento, donde las lógicas y bienintencionadas ganas por conseguir y hacer, el apuro por desconocer, la miope necesidad de opacar o anular, y la falta de un norte común y de todos, hicieron que, desoyendo y sin tener en cuenta, lo que desde nuestro bloque se decía, se empezara la construcción en el Parque Dorrego.
Decíamos en ese momento, que si ese edificio, se construía en el centro, además de utilizarse para la función pensada, podía también ser usado para albergar, la sede de la Universidad, si eso no les parecía, el programa FinEs, o cualquier otro programa cultural o educativo, concentrando de esta manera funciones afines.
Hoy ese edificio, no está terminado, se haya en un estado verdaderamente lamentable, porque por haber sido abandonado, se halla por lo tanto sin mantenimiento, y lo que es peor aún, sin haber sido todavía inaugurado, y a la vista está, que la construcción además ha sido defectuosa y realizada con cierto desapego por el buen hacer y construir.
Mientras ese edificio, en el que se invirtieron más de $ 2.000.000.-, hoy no puede utilizarse y está abandonado, FinEs debió funcionar en un club, que no cumplía con ninguna de las normas mínimas que se exigen para el funcionamiento de cualquier establecimiento educativo, a tal punto que debió ser mudado el programa debido a un accidente que ocurriera en el lugar.
Mientras todavía, y no sabemos hasta cuando, en el parque Dorrego, una obra sigue deteriorándose por su abandono, la Universidad o lo poco que de ella queda, anda dando vueltas por distintas sedes, con la falta de seriedad y compromiso que eso significa para los alumnos que la han elegido para formarse allí.
Pero como a la Terminal, por no querer hacerla funcionar como tal, no le encuentran un uso, y para justificar que todas las instituciones y organizaciones militantes, se ocupan de la política educativa, nos enteramos que han decidido trasladar allí, a los talleres de la Escuela Técnica.
A absolutamente nadie, han consultado, para hacer tamaño disparate, siendo que son parte de esta gestión, muchos docentes de la escuela.
A nadie, de realizarse esta locura, parece importarle como ha de funcionar la Escuela por un lado y los talleres por otro, teniendo además como ejemplo, la nefasta experiencia del desarme en su momento, de la escuela Nº 1.
Pero como si todo esto fuera poco, se ha tramitado un subsidio para transformar el viejo Corralón Municipal, en un Centro Cultural, en donde se han de invertir cerca de $ 7.000.000.-
También aquí conviene aclarar algo, porque a esta altura, ya todos nos conocemos bien, me van a decir que tampoco queremos ni una nueva Escuela Técnica, ni un Centro Cultural.
Y quiero las 2 cosas, pero pensadas como corresponde.
Respetando los tiempos y los espacios.
Los tiempos porque se deben establecer prioridades, y hoy la prioridad es la Nueva Escuela Técnica.
Y los espacios, porque también debemos ser respetuosos no solo con la historia, sino también con las propias decisiones tomadas, y en función de ello, las acciones que se desarrollaron.
La Escuela Técnica no se merece el manoseo al que se la está sometiendo, y me hago cargo personalmente de lo que afirmo, y mucho menos se merece que tomen decisiones, personas que de la escuela, absolutamente nada conocen y respetan.
La nueva Escuela Técnica, por respeto a su historia, a su lugar, a su personal, y fundamentalmente a todos sus alumnos, los que fueron y los que son, debe construirse en el mismo lugar que se encuentra.
Porque para eso, una cooperadora se rompe el lomo año tras año, y así como en su momento construyo el SUM, edificio emblemático de la escuela, hoy sigue construyendo y siendo un pilar fundamental de la institución.
La nueva Escuela Técnica debe construirse en el mismo lugar en donde se encuentra, porque para eso se le han cedido las tierras.
Una decisión política acertada, sería definitivamente hacer lo que corresponde con el trámite de usucapión del viejo edificio donde funciona, para cerrar una etapa, y poder hacer , que allí sigan creciendo y desarrollándose miles de Navarrenses, como aquellos que hoy son científicos, investigadores, artistas, escritores, y fundamentalmente trabajadores de calidad en industrias de todo el país.
Una última reflexión.
La Escuela Técnica, año tras año demuestra a través de lo que hace, que el crecimiento ininterrumpido de su matrícula, no es debido al crecimiento de la población de un pueblo.
El crecimiento de la escuela se debe a la cantidad de gente que todos los días y desde hace más de 37 años la ha hecho grande.
Si otras sedes necesitan sus edificios, pues que sean esas, las que deban alojarse en nuevas implantaciones.
Sería muy triste, ver que después de tanto esfuerzo, después de tanta lucha, lo construido con tanto amor y dedicación no sea respetado, y por esas cuestiones que nada tienen que ver con las necesidades, pero sí mucho con el egoísmo y el borrar lo que el otro ha hecho, desarmen algo que está y funciona muy bien, para armar algo que todavía está en proyecto.
Concretamente, y para no andar con medias tintas, la Escuela Técnica en su lugar, y pensemos entre todos, dónde conviene y se puede construir el Centro de Formación Profesional.
No volvamos a tomar malas decisiones, porque sabemos, que esas, son las que no benefician a nadie.
Carlos de Lamadrid