El Senasa tomó medidas sanitarias ante el hallazgo de 118 kg de chorizos con triquinosis en una carnicería de Navarro
Artículos relacionados
Personal del Senasa y del Ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, interdictaron el establecimiento.
Chivilcoy, (BUENOS AIRES), 2 de mayo de 2016 – El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) realizó nuevos operativos sanitarios en respuesta al hallazgo de chacinados con triquinosis en una carnicería de Navarro, provincia de Buenos Aires.
Profesionales de la Oficina Senasa de Navarro junto con referentes del Ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, inspeccionaron el predio e interdictaron los cerdos encontrados en el lugar -2 cachorras, 11 chanchas y 8 padrillos- enviando a faena controlada al total de los porcinos.
De esta manera y gracias al trabajo coordinado por parte de cada uno de los organismos del Estado involucrados, se previnieron posibles casos de personas enfermas por triquinosis, en tanto que personal de bromatología local incautó la mercadería existente en el local donde se elaboraban los embutidos.
El Senasa recuerda, que la triquinosis es una enfermedad zoonótica que puede estar presente en la carne cruda o mal cocida de cerdos y ciertos animales de caza como jabalíes o pumas. Las personas enferman cuando comen carne cruda o mal cocida, chacinados o embutidos sin el control sanitario adecuado.
Los cerdos pueden contraer la triquinosis cuando son criados en malas condiciones de higiene, con presencia de roedores y alimentados con basura o restos de comida no adecuada. Los cerdos parasitados no tienen síntomas y tampoco se alteran las características de su carne.
No existen vacunas ni tratamientos para realizar en el animal vivo, por lo tanto las medidas de prevención consisten en el cuidado de la higiene durante la crianza y, fundamentalmente, en el control de la carne previo al consumo. La salazón, el ahumado y la cocción en microondas no son suficientes para matar las larvas del parásito.
En caso de faena domiciliaria para autoconsumo, antes de consumirla se debe enviar un trozo de músculo (preferentemente entraña) a un laboratorio para ser analizado mediante la técnica denominada Digestión Artificial, que permite detectar la presencia de larvas de Trichinella spp.