Informe Movimiento Evita Navarro – Taiana prepara el programa para profundizar las conquistas K

Roberto Gómez
Por Roberto Gómez febrero 26, 2015

Informe Movimiento Evita Navarro – Taiana prepara el programa para profundizar las conquistas K

El precandidato presidencial del Frente para la Victoria diseña un Ministerio de la Economía Popular, reformas a la Ley de Inversiones Extranjeras y al modelo tributario, recuperación de los bancos Hipotecario y de Desarrollo Industrial, sin dejar de lado la democratización de las fuerzas de seguridad y el combate a la violencia institucional.
Es una tarde de calor, de mucho calor en Buenos Aires, cuando empieza la seguidilla de definiciones. “Hay que tomar grandes decisiones políticas estratégicas, hay que trabajar para cambiar el perfil productivo del país y comprometerse con una relación firme e independiente del poder político con los poderes fácticos y es necesario definir el tipo de inserción de la Argentina en el mundo, aprovechando una coyuntura inmediata favorable para ocupar espacios en nichos productivos, científicos y tecnológicos estratégicos.”
Didáctico, el entrevistado no se acalora –no por nada sus compañeros ya le decían “el canciller” en las celdas de la muerte de la dictadura, y un poco antes, en las que pasó siete años de su vida que hoy transita por los 64 años–, y sigue con su lógica de proponer y seguir proponiendo. “Es imprescindible cambiar la matriz de acumulación, para eso hay que democratizar, argentinizar, desconcentrar, desmonopolizar la economía, para que el crecimiento se transforme en desarrollo, la inclusión se convierta en justicia social y se garantice trabajo para todos y con plenitud de derechos, pensando en los más humildes, que es la mejor tradición del peronismo.”
En tres oportunidades expresa una preocupación a lo largo de más de dos horas de duración, muchos mates, algún café y agua en hectolitros; mira a los periodistas como queriendo sellar una idea. Les dice que el trabajo principal es sacar a los ciudadanos del desinterés en que los quieren hundir los grupos de poder económico a través de sus medios, que “el pueblo no debe conformarse, ni dejarse convencer de que es mejor quedarse en el molde, conformarse, que las cosas no dan para más”.
Jorge Enrique Taiana. Sociólogo, ex canciller de Néstor y Cristina Kirchner, funcionario durante el gobierno de Héctor Cámpora, hijo de Jorge Alberto Taiana, uno de los médicos personales del general Juan Domingo Perón y ministro de Educación durante su último mandato; actual diputado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Comprometido con las causas de violaciones a los derechos humanos, trabajó en la Organización de Estados Americanos y en la provincia de Buenos Aires. Es decir, hombre de buen currículo y mucho trabajo, lo que no le impidió ser un militante de tiempo completo, ni cuando integraba Descamisados y luego Montoneros ni ahora, cuando ya entrado en canas, lo llaman desde cualquier barrio, sindicato, unidad básica en la que haya un compañero que quiera escucharlo, de las fuerzas diversas que lo impulsan o desde su Movimiento Evita.
Candidato presidencial –“precandidato”, corrige siempre– del Frente para la Victoria. Sin embargo, durante la entrevista se lo ve más interesado en proponer, en tirar temas para contrastar con sus compañeros del kirchnerismo primero y, después, con quien considera “el enemigo a vencer”, el empresario Mauricio Macri, a quien no titubea en colocar al frente del intento de “repetir el modelo de la Generación del ’80, centrándose en la alta competitividad de los productos primarios, minería e hidrocarburos, con alto endeudamiento externo y generación de pobreza y desocupación”. Se muestra más entusiasmado con el armado de un programa que permita al país “aprovechar las ventajas comparativas de la producción agrícola y los recursos naturales, pero con una trama productiva y social que permita el bienestar para 40 millones de argentinos”, que con las danzas y contradanzas de las candidaturas, aunque sin ingenuidades. “Creo que los debates políticos requieren representaciones físicas. Si quiero que determinados temas estén al tope de la agenda nacional y se discuta sobre ellos para definir las políticas centrales de nuestro gobierno a partir del 10 de diciembre de este año, es necesario contar con esa figura para dar esos debates. Tan importante como definir qué candidato termina triunfando en la interna es ver con qué programa termina ganando”, sentencia. De ese pensamiento, surgió su candidatura, su precandidatura, corregiría si tuviese posibilidad de replicar.
Y vuelve a una lista que él mismo orienta día a día, y desarrollan los equipos propios y de los aliados variopintos que lo ayudan a convertir en herramientas, propuestas y proyectos. “Tenemos que crear un Ministerio de la Economía Popular que comprenda las problemáticas de los trabajadores de la ciudad y del campo no incluidos, sin plenos derechos, que generaron sus propias fuentes de trabajo, desde los recicladores hasta los agricultores familiares, pasando por quienes recuperaron fábricas quebradas por sus propios dueños y por Martínez de Hoz con el apoyo de los fusiles. Hace falta un Banco de Desarrollo Industrial y no podemos perder un minuto más sin una reforma tributaria profunda y una nueva Ley de Inversiones Extranjeras y sin mecanismos de control y regulación de las empresas que trabajan en las industria extractivas”.
Picado por los periodistas que le preguntan si los kirchneristas que hablan de “continuar” el modelo apuntan a lo mismo que aquellos que hablan de “profundizar”, no se deja tentar. Apenas remarca que, por eso, quiere debatir y explica que “la única forma de continuar es defender todas las medidas favorables a la Nación y, sobre todo, a los más humildes, y profundizar”, y en ese momento vuelca el conjunto de propuestas que lo acompañan a todos lados, no importa cuántos sean sus interlocutores ni qué nivel de importancia, prestigio o representatividad tengan. Es ese “Segundo Tomo” del que tanto le gusta hablar.
Pero no es un hombre de cuatro paredes y una buena biblioteca, que la tiene. Junto a sus pautas programáticas, plantea la necesidad de “tener una militancia organizada, en defensa del Gobierno presente y al mismo tiempo comenzando a debatir cómo seguimos. Tenemos que darle más participación al pueblo, desarrollar el tejido social y tener en cuenta que la gente no sólo va a elegir al Gobierno por lo que se hizo sino, sobre todo, por lo que se proponga hacer”.
Aquel “canciller” carcelario, después fue el vicecanciller que organizó la Cumbre de las Américas de 2005 en Mar del Plata y el canciller que secundó al presidente Néstor Kirchner en el rechazo, en las narices de George Bush hijo, de la propuesta estadounidense de integración regional sin respeto por las soberanías nacionales que era el tratado de “libre comercio”, junto a Lula Da Silva y Hugo Chávez. Se lo nota cómodo, en sus aguas, cuando analiza la región, los beneficios de haber acordado avances conjuntos, por consenso y por encima de diferencias políticas entre los países de Latinoamérica y el Caribe.
Sin embargo, no esquiva el bulto cuando se lo lleva a temas difíciles en tiempo de campaña. El de la seguridad, por ejemplo. Sin titubear asegura que “falta que las fuerzas de seguridad, las policías provinciales, se democraticen y tenemos que acabar con esa práctica afincada en muchas de ellas de ‘administrar el delito’, tolerando situaciones delincuenciales. También es necesario trabajar con urgencia en la eliminación de la violencia institucional que sufren tantos chicos en nuestros barrios”.
La ciudad, sus calles, sus bares, son testigos de hombres y mujeres acalorados. En una oficina luminosa, despojada, Taiana trabaja sin corbata, con sus eternas camisas claras y pantalones azules, eso sí, y con todas las propuestas que prepara para discutir y, sobre todo, para darle al Frente para la Victoria una respuesta a sus simpatizantes que les permita saber qué harán sus gobernantes para mantener lo alcanzado y dar un paso más en su bienestar.

Roberto Gómez
Por Roberto Gómez febrero 26, 2015

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